La salud, un reflejo de tu YO interior

La ciencia ha demostrado lo que sabíamos desde hace mucho. 

Tú tienes el poder de sanarte.

  • Te regalo una guía para que hagas una evaluación de tu salud. Dedica unos minutos, marcando las afirmaciones con las que resuenas.
  • Me siento bien conmigo misma, tal como soy ahora.
  • Me siento bien con mi cuerpo, no estoy siempre pendiente de que tengo que arreglarle o cambiarle algo.
  • No me preocupa ningún síntoma; es decir no tengo dolores crónicos, molestias, adicciones, o suelo estar baja de ánimo.
  • Me gusto, y me gustan las otras personas, no me quejo de la vida ni de las personas que me rodean.
  • Hay tranquilidad en mi vida y parece que todo fluye fácilmente.
  • Me siento conectada con la naturaleza y con las otras personas.
  • Elijo alimentos y bebidas que son saludables para mi cuerpo y que me hacen sentir bien.
  • No tomo medicamentos.
  • Siento que hay equilibrio en mi vida, estoy cómoda y no me agobia el trabajo, las cosas pendientes o el estrés.
  • Doy y recibo por igual, es decir no siento que doy demasiado y que no recibo nada a cambio.
  • Tengo buenas relaciones con las personas en las que confío y con las que sé que puedo contar. 
  • Siento que me cuido muy bien.
  • Tengo un sistema de guía interno en el que puedo confiar.

¿Cómo te ha ido? 

Si marcaste una o más, ¡felicidades!  

Habrás notado seguramente que hay lugar para mejorar, siempre.  

Aquí comienza el viaje…

Empieza por el primer gran paso.  Cambia tu perspectiva sobre la salud.

Si tienes una dolencia crónica, o atraviesas una situación de estrés y no sabes que más hacer, tómate un minuto. 

Cuando no sepas que hacer, concéntrate en el amor. 

Coloca las manos sobre tu corazón y siente su latido.  Respira profundo.  Siente tu cuerpo. Respira profundo dirigiendo la respiración hacia el interior de tu cuerpo e invítalo a que se relaje… cada músculo, cada célula, relájate.

Ahora concéntrate en el sentimiento del amor.  Si no sabes como empezar, piensa en una mascota o en un ser querido y observa como te sientes.  Interioriza ese sentimiento en tu cuerpo.  

Sigue respirando profundo y lleva ese sentimiento a todas tus células a través de la respiración.  Imagina que ese sentimiento te envuelve. 

Dale un color si lo prefieres, verde, rosa, blanco, o cualquier otro que te haga sentirte a gusto. Déjate envolver por ese sentimiento de amor. 

Haz esto durante 5 minutos cada día, al despertarte y al acostarte.  Puedes empezar con 1 minuto, e ir alargando el tiempo con los días.

La magia herbal y los poderes espirituales de las plantas

Las plantas tienen la virtud y poder de actuar a nivel tanto medicinal como energético en nuestro cuerpo.

Hoy quiero contarte sobre algunos poderes de las hierbas, mas allá de los que usualmente conocemos y aplicamos.

Existen hierbas y plantas especiales que nos aportan mucho más que una curación física, también poseen poderes curativos espirituales, también nos apoyan a nivel energético. 

Cuando te tomas el tiempo de prepararte una taza de infusión de hierbas, te estás regalando un momento para ir hacia adentro, escuchar la voz de tu intuición y conectarte con un espacio mágico dentro de ti.

Para obtener el mayor poder curativo espiritual, prepáralo durante al menos 5 minutos, en agua hirviendo. 

(Una regla general es una cucharadita de hierba por cada taza de agua).

Conozcamos algunas de las más poderosas hierbas y sus poderes espirituales…

Lavanda… Una hierba legendaria rejuvenecedora que relaja la mente, silencia la voz del ego. Hermosa para antes de una meditación, despierta la intuición y trae una comprensión espiritual mas profunda.

Caléndula… La caléndula trae sanación y activa tus habilidades curativas innatas.  Además, repara tu campo energético y brinda protección. 

Manzanilla… ayuda a atraer la abundancia, relaja tu energía, ayuda a relajarte y dejar que todo fluya.

Menta… poderosa para motivarte e inspirarte, Te trae nuevas ideas creativas, aclara la mente.  Te da confianza y autoestima. 

Té de Rosas… un té herbal espiritual muy antiguo. Abre tu corazón, atrae la compasión, la curación y el amor. Tu lenguaje se vuelve muy consciente.

Tomillo… abre tus centros de comunicación. Te ayuda a hablar y escribir con pasión y propósito.

Romero… tiene una energía hermosa. Elimina los pensamientos no deseados, ayuda a la concentración.

Limpieza emocional, curación del pasado

La curación puede producirse en el presente sólo cuando nos permitimos sentir, expresar y liberar emociones del pasado que hemos reprimido o tratado de olvidar.  Esto es el drenaje emocional.

En la medicina tradicional, cuando hay un absceso, hay que abrirlo con un corte y hacer salir el pus.  El dolor desaparece casi de inmediato y luego de eso puede formarse tejido nuevo y sano donde estuvo el absceso. 

Lo mismo sucede con las emociones, porque también se encierran entre paredes, causan dolor y absorben energía si no las experimentamos y liberamos.

Dado que nuestra cultura venera el dominio de las emociones, y engrandece el sufrir en silencio, es muy fácil reprimir esas liberaciones naturales y desconectarnos cada vez más de los mensajes que contienen.

Cuando a una mujer le vienen ataques de pánico, o llanto o gritos, algo emocional esta saliendo a la superficie para ser procesado.  

Por fuera puede parecer que esa mujer está derrotada, o descontrolada. Sin embargo, lo que está sucediendo es que simplemente se esta permitiendo que tenga lugar un proceso de curación dentro de su cuerpo; el intelecto ha cedido el mando a la sabiduría innata del cuerpo.

Con muchísima frecuencia los médicos recetan medicamentos en estos casos, causando en consecuencia que el proceso natural de curación de la mujer pueda quedarse estancado durante meses o años.

Lo importante es animarte a permanecer con lo que estás sintiendo, a introducirte en ello y llorar o gritar todo el tiempo que sea necesario, estando presente en forma plena con tu yo más profundo.  Descubrirás que tu cuerpo tiene una forma innata de sanar incluso recuerdos y acontecimientos muy dolorosos de su pasado. 

Cuando estés dispuesta a permanecer con ¨ lo que es ¨ en lugar de huir de ello, serás capaz de resolver experiencias dolorosas que han estado dormidas durante años, robándote la energía. 

Cuando te permites una completa liberación emocional, el cuerpo, la mente y el espíritu se sienten limpios y libres. 

Vuelve la comprensión, enterrada hacía tanto tiempo. 

El sistema energético femenino

Es importante que comprendamos que los pensamientos y emociones afectan al funcionamiento de la energía en el cuerpo femenino.  

Que la localización física de una enfermedad o patología física, es decir donde se produce, tiene un significado psíquico y emocional.  

Existen pautas mentales y emocionales concretas que se relacionan con lugares específicos del cuerpo.  Dicho muy sencillamente, la energía mental y emocional puede volverse física en el cuerpo.

Cuando tenemos un estrés emocional constante no resuelto en un determinado aspecto de la vida, este estrés se registra en nuestras vibraciones como una perturbación que puede manifestarse en forma de enfermedad física. 

Cuando estamos obsesionadas por algo, o nos aferramos a comportamientos o pensamientos autodestructivos, el cuerpo pierde energía vital.  

Cuando nos obsesionamos obstruimos la energía (chi, ki, prana o qi) en un proceso negativo que la desvía de nuestras células, con lo cual se interrumpen los procesos celulares vitales.

Perdemos energía en cualquier situación en la que la ira o el miedo domina nuestra capacidad para avanzar.

Muchas veces no somos consciente de esas pérdidas de energía, pero si continúan sin ser sanadas, la consecuencia suele ser el malestar corporal.

Como sanar las pérdidas de energía:

Para sanar, o mantenernos sanas, es bueno registrar por dónde nos ¨gotea¨ la energía. Un buen momento para hacerlo es por la noche, al acostarnos.

Solo obsérvate:

¿En qué o en quién estas pensando?

¿Quién o qué te preocupa u obsesiona? 

¿Qué pensamientos, emociones, acontecimientos o personas te vienen continuamente a la cabeza?

La mayoría de las obstrucciones de los sistemas vibratorios son de naturaleza emocional. Podemos imaginar el sistema energético como si fuese un río. 

Mientras esta corriente de energía sea sana, y te sientas a gusto contigo misma, hay mucho menos riesgo de enfermedad.

Nuestras emociones suelen quedarse estancadas en la infancia, cuando no se nos permitió experimentarlas plenamente. 

Esas emociones no expresadas ni reconocidas se quedan estancadas energéticamente.  En cambio, las que se expresan y se sienten, simplemente fluyen por el sistema energético sin dejar asuntos (inconclusos) residuales.  

Recuerda,

No debemos esperar a contraer una enfermedad grave para recibir el mensaje que necesitamos cambiar nuestro punto de atracción vibratorio y comenzar a crear salud.

Nadie esta del todo libre del miedo, la ira, la frustración y otras emociones de la vida.

¿Cómo funciona realmente mi cuerpo?

¿Dónde nos perdimos, y cómo reencontrarnos?

Si te preguntara por qué comes, ¿cual sería tu respuesta?

Desde una perspectiva intelectual, es fácil comprender que los seres humanos comen para satisfacer su apetito y sustentar su cuerpo. Algunas personas incluso dirían que comen para estar sanas. Lo que no sabemos es que nuestras elecciones alimentarias son más complicadas de lo que pensamos.
Tomamos unas 200 decisiones al día sobre alimentos basándonos en las emociones, los hábitos, el medio ambiente, quiénes somos, con quién estamos y en la química de los alimentos (los adictivos alimentarios diseñados para que comas más).

La mayoría no hemos aprendido a alimentarnos bien. Aprendimos a través de los anuncios, de nuestras familias, y de nuestros amigos. Comimos siempre lo que nos resultaba conveniente, y probablemente jamás nos enseñaron el funcionamiento de nuestro cuerpo y lo que realmente necesita para estar en paz y equilibrado.


Si te llenas de pensamientos que te hacen sentir mal, y comes alimentos que no te nutren, te estas negando el amor y te estas alimentando con sufrimiento.

Los actos de amor, como intencionar nutrirte con lo que comas, o lo que hagas, pueden ayudarte a asegurar una salud equilibrada, un cuerpo sano, un hogar interno donde sentirte segura y a salvo.
Hay muchos estudios que demuestran que actos de amor como reducir el estrés, hacer ejercicio y mejorar la calidad del sueño afectan positivamente en nuestra digestión; diría yo una de las principales funciones de nuestro cuerpo, sino la más importante.

Veamos solo un instante sobre la digestión y el milagro que realiza el cuerpo para nutrirte:

El sistema digestivo es el único sistema del cuerpo que puede funcionar sin la ayuda del cerebro. El intestino cuenta con su propio sistema nervioso entérico, al que se suela denominar (segundo cerebro).
Es uno de los sistemas más importantes porque a través del sistema digestivo es donde el cuerpo obtiene todos los nutrientes que necesita para tener el mejor aspecto y salud posible.

La misión del sistema digestivo es romper los alimentos que ingerimos para transformarlos en los pilares de la energía, la sanación, el crecimiento, los estados de ánimo positivos y todas las demás funciones que realiza el cuerpo.

Los síntomas relacionados con los problemas digestivos son:

-Alergias o sensibilidades alimentarias
-Artritis
-Colitis ulcerosa
-Diarrea
-Disbiosis Intestinal

– Cansancio y alteraciones de los estados de ánimo

-Dolor abdominal
-Dolor de espalda
-Dolores de cabeza o migrañas
-Enfermedad de Crohn
-Enfermedades autoinmunes
-Esterilidad
-Estreñimiento
-Fatiga
-Gases
-Hinchazón
-Indigestión
-Infecciones bacterianas por hongos
-Problemas de piel
-Reflujo, ardor de estomago o reflujo ácido
-Síndrome de colon irritable
-Síndrome de intestino permeable
-Síndrome premenstrual
-Trastornos de la memoria y del aprendizaje
-Trastornos del equilibrio y en el aparato locomotor
-Trastornos del estado de ánimo (depresión, irritabilidad, etc.)
-Trastornos del sueño

Suficientes temas de salud relacionados sólo con uno de los procesos del cuerpo, no?
Suficientes motivos por los cuales empezar a notar la desconexión con algo tan básico e increíble como tu cuerpo.

Hay sólo una emoción, un hábito y un medio ambiente a cultivar
¨amarte a tí misma¨.

La mujer que se ama a sí misma está preparada para elegir los alimentos
que más le convienen.

En este momento te invito a que pongas una de tus manos en el centro del pecho y la otra en el abdomen.

Respira profundo tres veces.
Díte cuanto te amas, y luego pregúntate si te mereces encontrarte lo mejor posible.

Sea cual sea la respuesta, dí:

¨Estoy dispuesta a liberarme de los patrones que me han llevado a este estado.
Me merezco sanarme. Me merezco el tiempo que necesito para aprender a nutrirme.
Te quiero, cuerpo¨.

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